miércoles, 15 de febrero de 2017

LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD

CACAHUATES MAFER: DAR MÁS QUE LOS DEMÁS

A la siguiEnte puerta donde trabajé de niño de cerillito, había un pequeñísimo local de cacahuates. Se conocía al propíetario sólo como don MariFer, pues se llamaba Maria Fernando. Don Marifer atraía a la gente cuando ponía su anafre (tostador de carbón) y el olor de los cacahuates tostados inundaba la calle. Los colocaba en una caja de cartón y llenaba bolsitas que por ese tiempo las daba a 5 centavos y  cada transeúnte que pasaba por ahí era invitado a probarlos, dándoles muestras gratis y diciéndoles - ¡pruébelos, le garantizo que son los peores de la Ciudad! -con gran entusiasmo.
Luego mandó pintar un letrero con el mismo mensaje.  "LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD". La gente sonreía y le compraba.
Posteriormente, agregó la misma frase en sus bolsitas y la gente sonreía más y le compraba más.

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Un vecino de la misma calle, al ver el éxito de Don MariFer, pensó que sería buena idea también vender cacahuates, y empezó a ofrecer bolsitas de cacahuates en la misma calle, dado que estaba en una mejor colocación respecto a la afluencia de gente. Pero este únicamente parasitaba la fama de Don MariFer, por lo que decidió retirarles unos dos, tres cacahuates a cada bolsita y de esta manera, le sobraban cacahuates para más bolsitas y tener más ganancia. Luego se las ingenió para hacer bolsitas en forma de cucurucho, donde en apariencia era la misma bolsita, pero contenía menos cacahuates. Este señor pensaba mucho en los cacahuates, en las bolsitas y en las ganancias, pero su negocio nunca creció.

Don MariFer continuó con su lema "LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD" pero empezó a mandar algunos muchachos que vendieran cacahuates en otras esquinas y por las calles de la Ciudad.
 Pronto, gracias a su increíble simpatía y trabajo duro, consiguió la concesión para vender su producto en los eventos deportivos, después las ferias. Su fama y su negocio crecieron, se diversificó a otros productos relacionados con las semillas. A la fecha, su marca  MAFER fué adquirida por la compañía PépsiCo. De ese trato salió multimillonario y fué un hombre de muchísimo éxito y riqueza.



Él también pensaba mucho en los cacahuates. Y aquí vemos a dos hombres que vendían el mismo producto y se dedicaban a lo mismo. Uno era pobre y siguió siéndolo. El otro era pobre pero no se contentó con quedarse así. Mismo producto, pero vieron sus objetivos individuales para ese producto en forma distinta.

No es la tarea

No importa cuál sea su tarea. No importa si eres médico, ingeniero, abogado, comerciante etc. Hay gente en tu ramo que está haciendo aportaciones significativas y haciendo mucho dinero como resultado de ello.
No es la ocupación o profesión la que le hace tener éxito o fracasar, SINO LA MANERA EN QUE SE VE A USTED MISMO Y A LO QUE SE DEDICA.

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