jueves, 23 de febrero de 2017

EL ELEFANTE ENCADENADO

EL ELEFANTE ENCADENADO 
(Jorge Bucay)

Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal preferido por otros niños.
Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales... Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba una de sus patas. Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir. El misterio sigue pareciéndome evidente.

 ¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

 Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: «Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?». No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez. Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él. Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro...


CADENAS MENTALES
Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
 Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede. Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
 Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
 Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza...

 Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que «no podemos» hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré. Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosostros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.

 Cuando, a veces, sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos de reojo la estaca y pensamos: No puedo y nunca podré. 

EL NIÑO DE COLOR Y EL GLOBERO


 Como cada domingo, la gente del pueblo había dejado sus trabajos y ocupaciones de cada día para reunirse en
la plaza principal, en donde estaban los juegos y los puestitos de
venta de cuanta cosa linda una pudiera imaginarse.
Los niños eran quienes gozaban con aquellos festejos
populares. Había venido de lejos todo un circo, con payasos y
equilibristas, con animales amaestrados y domadores que les hacían
hacer pruebas y cabriolas. También se habían acercado hasta el pueblo toda clase de vendedores, que ofrecían golosinas, alimentos y
juguetes para que los chicos gastaran allí  los pesos que sus padres o padrinos les habían regalado con objeto de sus cumpleaños, o
pagándoles trabajitos extras.


Entre todas estas personas había un vendedor de globos. Los tenía de
todos los colores y formas. Había algunos que se distinguían por su
tamaño. Otros eran bonitos porque imitaban a algún animal conocido, o extraño. Grandes, chicos, vistosos o raros, todos los globos eran
originales y ninguno se parecía al otro. Sin embargo, eran pocas las
personas que se acercaban a mirarlos, y menos aún los que pedían para comprar algunos.


Pero se trataba de un gran vendedor. Por eso, en un momento en que
toda la gente estaba ocupada en curiosear y detenerse, hizo algo
extraño. Tomó uno de sus mejores globos y lo soltó. Como estaba lleno de aire muy liviano, el globo comenzó a elevarse rápidamente y pronto estuvo por encima de todo lo que había en la plaza. 

El cielo estaba clarito, y el sol radiante de la mañana iluminaba aquel globo que trepaba y trepaba, rumbo hacia el cielo, empujado lentamente hacia el oeste por el viento quieto de aquella hora. El primer niño gritó:
-¡Mira mamá un globo!


Inmediatamente fueron varios más que lo vieron y lo señalaron a sus
chicos o a sus más cercanos. Para entonces, el vendedor ya había
soltado un nuevo globo de otro color y tamaño mucho más grande. Esto hizo que prácticamente todo el mundo dejara de mirar lo que estaba haciendo, y se pusiera a contemplar aquel sencillo y magnífico
espectáculo de ver como un globo perseguía al otro en su subida al
cielo.


Para completar la cosa, el vendedor soltó dos globos con los mejores
colores que tenía, pero atados juntos. Con esto consiguió que un
tropilla de niños pequeños lo rodeara, y pidiera a gritos que su papá o su mamá  le comprara  un globo como aquellos que estaban subiendo y subiendo. Al gastar gratuitamente algunos de sus mejores globos,
consiguió que la gente le valorara todos los que aún le quedaban, y
que eran muchos. Porque realmente tenía globos de todas formas,
tamaños y colores. En poco tiempo ya eran muchísimos los niños que se paseaban con ellos, y hasta había alguno que imitando lo que viera, había dejado que el suyo trepara en libertad por el aire.


Había allí cerca un niño negro, que con dos lagrimones en los ojos,
miraba con tristeza todo aquello. Parecía como si un honda angustia
se hubiera apoderado de él. El vendedor, que era un buen hombre, se
dio cuenta de ello y llamándole le ofreció un globo. El pequeño movió la cabeza negativamente, y se rehusó a tomarlo.
-Te lo regalo, pequeño-le dijo el hombre con cariño, insistiéndole
para que lo tomara.


Pero el niño negro, de pelo corto y ensortijado, con dos grandes ojos tristes, hizo nuevamente un ademán negativo rehusando aceptar lo que se le estaba ofreciendo. Extrañado el buen hombre le preguntó al pequeño que era entonces lo que lo entristecía. Y el negrito le
contestó, en forma de pregunta:


-Señor, si usted suelta ese globo negro que tiene ahí ¿Será que sube
tan alto como los otros globos de colores?
Entonces el vendedor entendió. Tomó un hermoso globo negro, que nadie había comprado, y desatándolo se lo entregó al pequeño, mientras le decía:-Hace vos mismo la prueba. Soltalo y verás como también tu globo sube igual que todos los demás.


Con ansiedad y esperanza, el negrito soltó lo que había recibido, y
su alegría fue inmensa al ver que también el suyo trepaba velozmente
lo mismo que habían hecho los demás globos. Se puso a bailar, a
palmotear, a reírse de puro contento y felicidad.
Entonces el vendedor, mirándolo a los ojos y acariciando su cabecita
enrulada, le dijo con cariño:


-Mira pequeño, lo que hace subir a los globos,al igual que a las personas no es la forma ni el

color, sino lo que tiene adentro.

LOS PELÍCANOS DE LA BAHÍA DE MONTERREY


En la Bahía de Monterrey(USA), durante muchísimo tiempo una compañía japonesa de pescado enlatado, contó con la concesión para tener sus buques fábricas que atrapaban el pescado, lo procesaban y de ahí mismo salía listo para ser distribuído en los mercados de la Unión Americana.

Generación tras generación, los pelícanos que ahí habitaban, prosperaron sin demasiado esfuerzo, pues los desperdicios de pescado llegaban a la costa y lo único que tenían que hacer era pasearse por la bahía, gordos y felices comiendo cuanto quisieran, sin esforzarse demasiado.

Hasta que las políticas cambiaron y un nuevo gobierno excesivamente proteccionista retiró la concesión a los japoneses; quienes se fueron de ahí con sus buques fábrica y se trasladaron a los mares de Noruega.

Y entonces ocurrió la que fué la mayor catástrofe ecológica que la Bahía hubiera vivido: Los pelícanos empezaron a morir; primero a decenas y despues, cientos de pelícanos moribundos yacían tendidos a lo largo de la costa.
Corrieron rumores de un virus letal o hasta que los japoneses, en venganza habían envenenado las aguas.

Cuando los investigadores acudieron a investigar, llegaron a la conclusión de que los pelícanos estaban muriendo de hambre. Generación tras generación de alimentarse sólo en las costas, había atrofiado sus capacidades y los pelícanos no se internaban mar a dentro en busca de su alimento.

¿Cómo los rescataron? Muy sencillo: Trajeron pelícanos de otras costas y los pelícanos que aún tenían fuerza suficiente reaprendieron a atrapar su alimento mar adentro.





Somos el promedio de las 5 personas con quienes más convivimos.




Si quieres aprender a volar, júntate con pelícanos que sepan volar.

EL NIÑO QUE ARMÓ EL MUNDO -SI TÚ ESTÁS BIEN, EL MUNDO TAMBIEN

Una historia que nos enseña que está en el hombre la solución a los problemas del mundo


Un cientifico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. 

El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que 
pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. 

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recorto el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entrego a su hijo diciendo: 

- "Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie". Entonces calculo que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escucho la voz del niño que lo llamaba calmadamente. 

- "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo". 

Al principio el padre no creyó en el niño. Penso que seria imposible que, a su edad haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? - "Hijito, tu no sabias como era el mundo, ¿cómo lo lograste? 

- Papa yo no sabia como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que si sabia como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.

LA SUBASTA DEL VIOLIN -EL TOQUE DEL MAESTRO

En cierta ciudad americana se estaba realizando un remate popular en que figuraban una gran variedad de objetos. Entre ellos había un viejo violín que el martillero apenas pensaba que valiese la pena de ofrecer, de tan deteriorado que estaba.
Pero, de todos modos, lo levanto, y, sacudiendo el polvo, anunció con una sonrisa: “aquí tienen Señores su oportunidad, ¿quién iniciará la postura? … ¿Cuánto me ofrecen por el violín?”
Una voz respondió: “Un dólar.” “¿Un dólar, no más?” preguntó el martillero; “¿quién me ofrece dos?”. Tras una pausa, otro ofreció dos dólares; y finalmente un tercero ofreció tres, pero era evidente que no había más interés.
Estaba el martillero en el acto de levantar su martillo para rematar el violín en tres dólares, cuando divisó a un anciano de canas que venia avanzando hacia él. y se detuvo. El martillo no descendió. En cambio, el anciano pidió permiso para tocar el instrumento, permiso que le fue concedido.
Toda la concurrencia entonces le observó mientras ajustaba las cuerdas y colocaba el violín en la posición correcta para tocarlo. Y luego, tomando el arco, el viejo violinista comenzó a tocar la más maravillosa melodía que oídos humanos jamás hubiesen oído. Con singular maestría continuó tocando mientras su audiencia contenía su aliento, fascinada y extasiada. Les parecía que estaban escuchando un coro celestial; y algunos, conmovidos, lloraban.

Entonces, en medio del silencio y expectación de todos, el martillero, con voz suave y casi reverente, volvió a hablar.
“Señores, ¿qué me dicen AHORA? … Cuánto me ofrecen AHORA por el viejo violín?”. Para espanto de algunos y admiración de otros, resuena una voz que dice: “¡Mil dólares!” Otro postor ofrece dos mil; un tercero tres mil; y en ese precio fue vendido.
Entre otras voces se oía una que preguntaba: “¿Cómo pudo el violín cambiar de valor tan fenomenalmente en tan poco tiempo?”. Y la respuesta dada fue muy acertada: “Fue el toque de la mano del maestro”.

EL SÍNDROME DEL CANGREJO MEXICANO

¿Cuál es su primer pensamiento cuando se enteran de que a alguien le está yendo bien? ¿Que de probablemente no tener nada, ahora goza de una buena posición, lujos y dinero? Pocas personas conozco que se alegran de corazón. La mayoría se cuestiona cómo alguien pudo llegar a tener eso que ellos no tienen.

El síndrome del cangrejo mexicano no es un mito, es un espantosa realidad de nuestra sociedad.
Definido de la siguiente manera: El síndrome del cangrejo mexicano es una teoría de la psicología social en la que alguien al no lograr sus objetivos, o subir de puesto, culpa a la sociedad de sus fracasos personales, creyendo que todos conspiran contra el.
El concepto fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró en una ida a la pescadería, donde encontró un señor vendiendo cangrejos vivos en una cubeta. Había 3 cubetas, con cangrejos americanos, cangrejos japoneses y cangrejos mexicanos. De las 3 cubetas, solo la de los cangrejos mexicanos estaba sin tapadera.
El vendedor explicó que si no tapaba a los cangrejos americanos, empezaba uno a escalar hasta que por esfuerzo propio saltara de la canasta y se escapara… con los cangrejos japoneses.
Con los cangrejos japoneses era similar, cuando uno se quiere escapar, empieza a apoyarse en los demás, y éstos van empujándolo hacia arriba apoyados en otros y así sucesivamente, de tal manera que se forma una pirámide hasta el borde y entonces el cangrejo se escapa.
Los cangrejos mexicanos, en cambio, cuando uno está tratando de sobresalir, entre todos se encargan de jalarlo para abajo.1
Esto no debería de ser novedad, pero desgraciadamente para mi se ha hecho mucho más evidente al tener la oportunidad de trabajar fuera de mi país. Me he encontrado con mexicanos, especialmente en Twitter que me preguntan si me dedico a tratar blancas, si me vine de mojada cruzando el Río Bravo, si trabajar en casas “deja bien”. Incluso el otro día leí que “todos los mexicanos que van a trabajar a EU son nacos.” La ignorancia es absoluta. No pueden creer que una mujer mexicana preparada pueda alcanzar un puesto ejecutivo en una compañía multinacional. Dudamos de nuestras propias capacidades. Es lamentable que la gente hable a partir de la ignorancia. Mucha gente se sentiría ofendida, yo no. Imagino su vida limitada y patética y solo puedo agradecer mis oportunidades. Tan limitados que no se dan cuenta que para la mayoría de la gente que lo hace es porque en su propio país son discriminados y no tienen ninguna posibilidad de salir adelante. Obvio esas personas aquí ya traen su iPhone 7 y los que los critican no lo pueden comprar.

Nos hacen falta muchas cosas como mexicanos para poder ser un país de primer mundo, empezando por echar abajo nuestros prejuicios, paradigmas, nuestras barreras emocionales y psicológicas.
Sabemos que existe mucha corrupción en nuestro país y sería incluso irrisorio no reconocer cuales son nuestros defectos como país pero también existe mucha gente capaz, brillante, honesta, trabajadora, innovadora, visionaria, ambiciosa y esas son las cosas que debemos aplaudir, apoyar, presumir y empujar para que sean lo que representa a nuestra sociedad.
Hay muchas características que nos hacen falta y de las cuales podría hablar, como: ser puntuales, trabajadores en equipo, honestos, respetuosos, evitar la desidia e infinitos más. Podría extenderme mucho en cada una de éstas, para mi se resume en que es una cuestión de educación y valores, no importa si se es rico o pobre, si se vive en la ciudad o en la sierra, si se anda en Mercedes o en metro. Se trata de lo que transmitimos, de lo que también llevamos en los genes y es admirable como nuestra alegría, creatividad, ingenio, patriotismo. ¿Que vas a hacer hoy para llegar a eso?
No existe tal cosa como “envidia de la buena”. Recordemos siempre que el sol sale para todos.

LA SUBASTA DE SATANÁS

Cierta vez se corrió la voz que el diablo se retiraba de los negocios y vendía sus herramientas al mejor postor. 

En la noche de la venta, estaban todas las herramientas dispuestas en forma que llamaran la atención, y por cierto eran un lote siniestro: odio, celos, envidia, malicia, engaño... además de todos los implementos del mal. 

Pero un tanto apartado del resto, había un instrumento de forma inofensiva, muy gastado, como si hubiese sido usado muchísimas veces y cuyo precio, sin embargo, era el más alto de todos. 

Alguien le preguntó al diablo cuál era el nombre de la herramienta. "Desaliento" fue la respuesta. 

"¿Por qué su precio es tan alto?" le preguntaron. "Porque ese instrumento" -respondió el diablo- "me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano cuando todos los demás me fallan, y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Esta muy gastado porque lo usó casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él..." 

El precio de desaliento era tan, pero tan alto que aun sigue siendo propiedad del diablo... 

El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual es indispensable fortalecerse. Nos desalentamos con la situación económica, con nuestro trabajo, con nuestra familia, con la necesidad de cambio, con los grupos de amigos, con el engaño, con la mentira, con el desamor...


Debemos mantenernos alertas contra el desaliento. Pero si hay un tropezón o una caída no hay que entregarse. Después de cada día se empieza otra vez desde un punto más alto. 

El cielo y el infierno



Un hombre habló con el Señor acerca del cielo y el infierno.
El Señor le dijo a ese hombre: "Ven, te mostraré el infierno".

Entraron en una habitación en donde un grupo de personas se encontraba sentado alrededor de una enorme olla de guisado. Todos estaban desesperados y muertos de hambre.
Cada persona sostenía una cuchara que tocaba la olla, pero cada cuchara tenía un mango mucho más largo que su propio brazo, de tal manera que no podía utilizarse para llevar el guisado a sus bocas. El sufrimiento era terrible.
"Ven, ahora te mostraré el cielo", dijo el Señor, después de un tiempo.
Entraron en otra habitación, idéntica a la primera, la olla de guisado, el grupo de personas, las mismas cucharas con mango largo. Sin embargo, allí todos estaban felices y bien alimentados.
"No comprendo", dijo el hombre. "¿Porque están felices aquí, si en la otra habitación se sienten miserables y todo es igual?"
El Señor sonrió. "Ah, es sencillo", respondió. "Aquí aprendieron a alimentarse mutuamente".

Es decir, mientras que en el infierno cada uno quiere comer con su cuchara y no es capaz de compartir con los demás, en el cielo cada uno piensa primero en el hermano y con su propia cuchara lo alimenta al otro.
COMO LAS CREENCIAS PUEDEN MATAR ...MILLONES!
    Pobres gatos...

Desde niños hemos sido bombardeados por creencias limitantes, 
nuestros padres, amigos y maestros han contribuido para forjarnos una personalidad limitada por esas creencias. 
Ellos tenían creencias absurdas que nos han dado sin dudar.
Los millonarios han modificado de tal forma sus creencias que nada los detiene para ganar dinero, en cambio lo pobres han frenado su avance por tener creencias limitantes.
Este es un ejemplo de cómo las creencias pueden matar a millones.

La Iglesia Católica, hacia mediados del siglo XIII, inició una terrible persecución contra los gatos por considerarlos como símbolo del diablo y sirvientes de las brujas. La iglesia, instó a la población al exterminio de estos pobres felinos, incluso su muerte a manos de los humanos se convirtió en un espectáculo en la llamada “noche de san Juan”.


Millones de gatos fueron muertos y, cuando la peste negra azotó Europa en el siglo XIV, no había gatos para comerse a las ratas que propagaron esa enfermedad. Por esa creencia errónea de la iglesia (que instaló en sus seguidores), más de veinticinco millones de personas murieron. Los historiadores afirman que la plaga fue tan devastadora debido al desenfrenado exterminio de los gatos.
¿Vas a seguir con tus mismas creencias hasta que estés en la ruina?
LOS CABALLOS ÁRABES DE MAHOMA
  Si existe un caballo único, ese es el pura sangre árabe
La raza de caballos pura sangre, está considerada como la más antigua del mundo. Este tipo de raza se puede encontrar principalmente en Arabia Central, nace en el desierto situado entre el Mar Rojo y el Golfo Pérsico y se extiende hacía el norte hasta Irán e Irak.
El pura sangre árabe
Los primeros que montaron a los  pura sangre, fueron los beduinos del desierto. En un principio utilizaban los camellos para trasladarse por el desierto, pero cuando descubrieron las cualidades de éstos animales. Decidieron dedicarse a criarlos,con la finalidad de mejorar la capacidad de adaptación de los animales a las duras condiciones del desierto. 
La leyenda del pura sangre
El origen de estos caballos está recogido en una leyenda árabe. Según la misma, Mahoma coleccionaba caballos hasta llegar a tener miles de estos, por lo que su padre le ordenó deshacerse de ellos debido al altísimo costo de mantenimiento. Por lo que mandó construir un campamento a orillas del río, metió en él a una manada de caballos y dejó que pasaran sed durante varios días. Cuando los liberó, los caballos fueron derecho a beber agua al río, en ese momento Mahoma pidió a sus trompeteros que tocaran a combate, cinco yeguas huyeron de la manada y acudieron a la llamada de las trompetas. La yeguas habían renunciado a la preciada agua porque estaban deseosas de trabajar. Mahoma decidió premiarlas dándoles su bendición, por este motivo; y siempre según la leyenda se cree que todos los caballos pura sangre son descendientes de estas yeguas. 
Pero no es la única leyenda, hay otra que cuenta que el verdadero origen de estos caballos es divino, habrían sido concebidos como hijos del viento, por obra de Alá. 

En la actualidad, el caballo pura sangre se cría en más de 40 países del mundo. Participa en diferentes competiciones deportivas en las que obtiene un alto nivel de éxito. También sobresale en todas aquellas disciplinas que requieren resistencia.

DISCIPLINA:  Hacer lo que tengamos que hacer cuando lo tengamos que hacer...nos guste o no!
Y hay algo más... ¿Qué pasa si aprendemos a hacer que nos guste?

miércoles, 15 de febrero de 2017

LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD

CACAHUATES MAFER: DAR MÁS QUE LOS DEMÁS

A la siguiEnte puerta donde trabajé de niño de cerillito, había un pequeñísimo local de cacahuates. Se conocía al propíetario sólo como don MariFer, pues se llamaba Maria Fernando. Don Marifer atraía a la gente cuando ponía su anafre (tostador de carbón) y el olor de los cacahuates tostados inundaba la calle. Los colocaba en una caja de cartón y llenaba bolsitas que por ese tiempo las daba a 5 centavos y  cada transeúnte que pasaba por ahí era invitado a probarlos, dándoles muestras gratis y diciéndoles - ¡pruébelos, le garantizo que son los peores de la Ciudad! -con gran entusiasmo.
Luego mandó pintar un letrero con el mismo mensaje.  "LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD". La gente sonreía y le compraba.
Posteriormente, agregó la misma frase en sus bolsitas y la gente sonreía más y le compraba más.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif_9ayzPoaqRetAJyit3cvWuX7dXfnidUuHRI8aWdhDSM1QSZ5qQICzSyZMlBlU31knWpwcJw5R35peNYEqJxHu2lkgWRX8G4sT-TLMH-zhwbjJo0Ul3-vW0i-qgCCkEa2TST9fePg8BY/s1600/mafer2.JPG

Un vecino de la misma calle, al ver el éxito de Don MariFer, pensó que sería buena idea también vender cacahuates, y empezó a ofrecer bolsitas de cacahuates en la misma calle, dado que estaba en una mejor colocación respecto a la afluencia de gente. Pero este únicamente parasitaba la fama de Don MariFer, por lo que decidió retirarles unos dos, tres cacahuates a cada bolsita y de esta manera, le sobraban cacahuates para más bolsitas y tener más ganancia. Luego se las ingenió para hacer bolsitas en forma de cucurucho, donde en apariencia era la misma bolsita, pero contenía menos cacahuates. Este señor pensaba mucho en los cacahuates, en las bolsitas y en las ganancias, pero su negocio nunca creció.

Don MariFer continuó con su lema "LOS PEORES CACAHUATES DE LA CIUDAD" pero empezó a mandar algunos muchachos que vendieran cacahuates en otras esquinas y por las calles de la Ciudad.
 Pronto, gracias a su increíble simpatía y trabajo duro, consiguió la concesión para vender su producto en los eventos deportivos, después las ferias. Su fama y su negocio crecieron, se diversificó a otros productos relacionados con las semillas. A la fecha, su marca  MAFER fué adquirida por la compañía PépsiCo. De ese trato salió multimillonario y fué un hombre de muchísimo éxito y riqueza.



Él también pensaba mucho en los cacahuates. Y aquí vemos a dos hombres que vendían el mismo producto y se dedicaban a lo mismo. Uno era pobre y siguió siéndolo. El otro era pobre pero no se contentó con quedarse así. Mismo producto, pero vieron sus objetivos individuales para ese producto en forma distinta.

No es la tarea

No importa cuál sea su tarea. No importa si eres médico, ingeniero, abogado, comerciante etc. Hay gente en tu ramo que está haciendo aportaciones significativas y haciendo mucho dinero como resultado de ello.
No es la ocupación o profesión la que le hace tener éxito o fracasar, SINO LA MANERA EN QUE SE VE A USTED MISMO Y A LO QUE SE DEDICA.

jueves, 2 de febrero de 2017

HACER LA DIFERENCIA: LAS ESTRELLAS DE MAR

LAS ESTRELLAS DE MAR
O CÓMO HACER LA DIFERENCIA


Como cada mañana, el hombre se despertó y bajó a pasear por la playa. A diferencia de otros días la orilla estaba repleta de miles de estrellas de mar que se extendían a lo largo de toda la costa.
Pensó que ese curioso fenómeno sería consecuencia del mal tiempo y el viento de los últimos días. Se sintió triste por todas aquellas pequeñas criaturas. Sabía que las estrellas de mar tan sólo viven 5 minutos fuera del agua.

El hombre continuó caminando absorto en sus pensamientos. De repente se encontró con un niño pequeño que corría de un lado a otro de la arena. Tenía la cara sudorosa y los pantalones remangados.¿Qué estás haciendo? – Le preguntó el hombre
Estoy devolviendo las estrellas al mar, – contestó el niño – Junto todas las que puedo y las lanzo más allá de la rompiente para que no vuelvan de nuevo a la arena. 
Ya veo  – contestó el hombre – pero tu esfuerzo no tiene sentido. Vengo caminando desde muy lejos y hay miles de estrellas ancladas en la arena. Quizá millones. Podrás salvar a unas pocas pero la inmensa mayoría morirá y todo tu esfuerzo no habrá servido para nada. No tiene sentido lo que haces. 


El niño sorprendido le mostró una pequeña estrella que escondía en la palma de su mano y antes de lanzarla al oceano le dijo al hombre: Para ésta sí que tiene sentido”

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Debes continuar haciendo aquello en lo crees, independientemente de la opinión de los demás.
  • Cualquier pequeño acto supone una diferencia en sí mismo.

  • Divide tus grandes proyectos en pequeños objetivos para ir cumpliendo poco a poco. No dejes que la magnitud de tu proyecto te quite la motivación para ir dando estos pequeños pasos.

ALEJANDRO MAGNO Y EL NUDO GORDIANO

ALEJANDRO DESHACE EL NUDO GORDIANO


La leyenda afirma que Alejandro el Grande (356–323 a.C.), rey de Macedonia y de los griegos, tras cruzar el Helesponto,  en el año 333 a.C.,  se dirigía a conquistar el Imperio persa. 

Al llegar a la localidad de Gordión, capital del reino de Frigia, actual Anatolia, fue  informado de las creencias y leyendas locales. 

Según la tradición, en la acrópolis de esa ciudad, había un carro de oro atado con una especie de trenzado con un nudo imposible de desatar. Se decía que quien pudiera desatar ese nudo sería el rey de toda Asia.

http://www.artemar.es/files/2913/3727/3153/gordian_knot.jpg


Además, por aquellas fechas, un augurio que circulaba por ese reino afirmaba que el futuro rey de Frigia y conquistador de Asia, vendría acompañado de un cuervo que se posaría en el carro de oro, después desataría el nudo, con lo que abriría para sus ejércitos las puertas de Asia.

Alejandro sintió curiosidad por estas historias legendarias y se enfrentó al reto de desatar el nudo llamado gordiano. La ambición de Alejandro hizo que intentara desatar, sin éxito, aquel lazo imposible. Rodeado de los más importantes hombres de la ciudad que esperaban verlo fallar y retirarse humillado; protegido de sus generales y hombres de confianza, solucionó el problema cortando el nudo con su espada.

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/564x/d7/1f/ae/d71fae0df5059c9788d7d75bdc82b5d3.jpg


Esa misma noche hubo una gran tormenta de rayos, lo que fue entendido por los macedonios como un augurio del propio dios Zeus, entendiendo que estaba de acuerdo con aquella solución. 
Ante ello, Alejandro afirmó “es lo mismo cortarlo que desatarlo”. 

En apenas once años, aquel joven rey macedonio acabó conquistando Oriente. 

DAVID ENFRENTA A GOLIATH

CUANDO DAVID ENFRENTÓ A GOLIATH
Tú tienes más PODER del que crees tener. (Los Underdogs)


“Metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano”. (Samuel 17, 49-50).



Todos conocemos la historia de David y Goliat, recogida en la Biblia.

 Y, aunque no la hayamos leído, sabemos bien lo que significa: es la victoria del pequeño frente al grande, del desvalido frente al poderoso, un recuerdo de que aunque tengamos todo en nuestra contra, siempre habrá posibilidades de salir triunfante.
 Es una peculiar metáfora que se ha extendido por todo el planeta, en cuanto que da forma al universal anhelo de poder decidir nuestra suerte por nuestra propia mano, sin encontrarnos sometidos a influencias externas.

Al menos, lo teníamos claro hasta que el psicólogo Malcom Gladwell, célebre autor de La clave del éxito (Taurus, 2007) ha reformulado el mito en su último trabajo.  La tesis principal es que los débiles (o, mejor dicho, los underdogs, algo así como “los previsibles perdedores”) no son en realidad las víctimas, sino aquellos que, precisamente por sus dificultades, llegan más lejos.

David lo tenía ganado desde el principio
¿Cómo se traduce ello al mito de David y Goliat?
Gladwell lo tiene claro: en ningún momento Goliat podría haber vencido, afirma, y era algo que tuvieron muy presentes los primeros transmisores de la historia.
Se suele olvidar que David iba armado con una honda, un arma de largo alcance, mientras que Goliat, por su gran tamaño, estaba especializado en el cuerpo a cuerpo. Por ello, el filisteo le dice a David “ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo”. En opinión de Gladwell, es un detalle esencial.
No demuestra sólo que Goliat era un bravucón, sino que le interesaba que David se acercase.


“Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se levantó y corrió a la línea de batalla contra el filisteo”, cuenta la Biblia. En realidad, lo que cuenta la historia es que David consiguió ganar haciendo imponer sus virtudes sobre las de su adversario, con el que se encontraba en casi igualdad de condiciones. Goliat lo habría destrozado en un combate cuerpo a cuerpo, pero probablemente David era un virtuoso de la honda, con la que había pasado toda su existencia derribando a leones y lobos.





Lo que hace parecer fuerte a Goliat es su mayor debilidad


“Cuanto más lees el texto, más claro te queda que los autores tenían un conocimiento muy sofisticado de lo que acontecía”, explica Gladwell en su entrevista en su charla en Ted. “Lo que hace parecer fuerte a Goliat es su mayor debilidad. Es algo que ha sido confirmado por los estudiosos más modernos. Y David no es quien pensamos que es. Lo fascinante de la historia es el interés que muchos historiadores israelíes han manifestado por el arma de David”. En realidad, la honda era una tecnología muy superior a la armadura y la lanza de Goliat. Pero, si en realidad el israelita tenía ventaja, ¿cuál es la moraleja de la historia?

A todos nos gusta sentirnos débiles
La fortaleza es sólo una apariencia, recuerda Gladwell. Todos los Goliat tienen importantes puntos débiles que un enemigo avezado puede descubrir y aprovechar.

Así que esta historia sirve para los que no tenemos grandes esperanzas pensemos que de vez en cuando podemos llegar a la cumbre. Eso es absolutamente cierto, y es de lo que tratan las historias de los underdogs”. 
LA SABIDURIA DE TODOS LOS TIEMPOS:


Había una vez un rey que viendo el final de sus días, se reunió con su Gran Visir para darle indicaciones, pues quería legar a su pueblo bien amado el MEJOR regalo que un Rey podría dejar... la sabiduría que les permitiera siempre seguir siendo prósperos, pues durante su reinado con una dirección firme y justa los había llevado a ser uno de los pueblos más felices y ricos de la Tierra.




-Reúne a los sabios, le dijo... que preparen LA SABIDURIA DE TODOS LOS TIEMPOS para dejarla escrita y que todos la pudieran tener.

Los sabios y expertos del rey se reunieron, y un año después, ya le tenían al rey 12 gigantescos volúmenes que habían compilado.

-¿¡ Todo esto!?
-¡Nadie sería capaz de leerlos en una vida!...háganlo más corto y apresúrense porque no me queda mucho tiempo...

Otro año pasó y los sabios esta vez trajeron un sólo volumen tan grande y pesado que sólo entre dos personas podían cargar.

-¡Nooo, no nooo..! Dijo el rey en cuanto los vió entrar.
-Necesito algo más compacto y sencillo, algo que cualquier persona pueda consultar cuando lo necesite... pero apresúrense pues mi fin ya está cerca.

Ya en el lecho de muerte, los sabios llegaron con un sólo pergamino... donde con letras doradas estaba escrita la más grande sabiduría de todos los tiempos.
El rey la leyó y las lágrimas asomaron a sus ojos...
-Esto es lo que mi pueblo y toda la gente del mundo necesita... que la reproduzcan y peguen en todos los caminos y pueblos... -¡Gracias mis queridos sabios! -Ahora puedo irme en paz y satisfecho.

La frase fué grabada y colgada en todas partes, el legado del rey fué reproducido y atesorado por su gente, quienes siguieron prosperando a través de los años aún cuando el rey hacía mucho tiempo que los había dejado y ahora era recordado con cariño y respeto.

¿Qué es lo que decía la frase?
" NO HAY
COMIDA GRATIS "